miércoles, 30 de enero de 2008

Más y Menos

Es un anuncio de algo que no diré porque me da vergüenza y todo XD Pero me gustan los mensajes que hay. Algunos son muy ciertos.

(Aquí es donde queda claro que el anuncio es de algo light XD)


Creo que hay muchas frases que nos deberíamos tomar como filosofía de vida, por muy anuncio que sea.

viernes, 25 de enero de 2008

Porque si los hijos de puta volaran, no veríamos la luz del sol...

El mundo esta lleno de hijos de puta, porque no tiene otro nombre y no merece nada mejor que esa palabra, por muy santa que sea su madre.

Resulta que la noticia habla por si sola. Si lo leen y no se lo creen, no lo flipen, que acabo de oírle en la televisión diciendo esto mismo.

Este hombre no merece ni el aire que respira, no merece ni que le escupan en la calle. O sea, que el muy hijo de puta atropella a un crío de 16 años, que aún no había cumplido los 17, sus padres no le denuncian porque creen que ha sido un accidente y que podría pasarle a cualquiera y que, a fin de cuentas, eso no va a devolverles a su hijo, y el muy mamonazo les denuncia a ellos para pedirles dinero para reparar su Audi porque el crío se lo abollo mientras se moría contra el coche.

¡Vamos! ¡No me jodas!

Este tío, Tomás Delgado Bartolomé, lo que es es un jodido cabrón que no tiene consideración alguna por la vida humana, ni tiene decencia, ni vergüenza, ni corazón, ni tiene nada de nada. Yo no sé si algún día este ser ¿humano? llegara a leer este blog, pero si lo hiciera sólo podría decirle que espero que la vida le devuelva lo que merece... y mejor que no sepa que es lo que creo que merece porque no se merece más que cuando pase cerca de personas, le escupan a la cara lo grandisimo hijo de puta que es.


¡HE DICHO!

jueves, 24 de enero de 2008

El peor momento

Si recuerdo ese taxi, como también el nudo en la garganta que me impedía hablar pues sabía que se me rompería la voz. No quería hacerte llorar, tú tampoco querías hacerme eso. Y tampoco queríamos hablar de la despedida que se acercaba.

El calor de nuestras manos nos mantenía con entereza para no quebrarnos y entonces el taxista hablo y había canción y entonces empezamos a llorar porque no podíamos aplazar ese momento. No quería que llegará al aeropuerto, deseaba que algo te retuviera a mi lado.

No quería dejarte ir, no quería. Quería pedirte que me llevarás contigo. Quería que el tiempo se detuviera y nos dejara enlazarnos en abrazos y besos.

En el aeropuerto ¿recuerdas que nos sentamos en el suelo? nos dábamos besos, limpiabamos nuestras lágrimas. Nos abrasábamos intentando estirar ese tiempo al máximo, hablabamos para distraernos. Nunca he sentido tanta calidez como en tu cuerpo, ni que me dedicaran tanta ternura como en ese momento.

Tenía que dejarte ir, ¿pero no sabes aún que sin ti no puedo existir?,¿acaso no soy valiente?, ¿acaso no te amo?, una parte de mí sabía exactamente que no podía retenerte pero mi ser no escuchaba esos pensamientos.

martes, 15 de enero de 2008

El Peor Momento

Muevo mi cuerpo hasta abrazarme al tuyo. Me pego al tuyo. Piel contra piel. Buscó con mis brazos aferrarme a ti, tenerte más cerca aún, sentir el olor de tu piel en la mía. ¿Lo sientes? No he pegado ojo en toda la noche, no he cerrado mis parpados un sólo segundo. ¿Cerrarlos? ¿Para que? Me perdería instantes de estar junto a ti.

Así paso la noche. Acurrucada contra tu cuerpo mientras intentaba apagar mis ganas de llorar, de romper el mundo, de dejar todo y seguir abrazada a ti de por vida. Entonces sonó el despertador, ese maldito monstruo que me recordaba que llegaba el final. ¿El final? ¿Final de qué? No era justo. Era el principio, eran nuestros primeros besos aún y ya llegaba el final.

Recuerdo ese taxi horrible. ¿Lo recuerdas? Agarradas la una a la mano de la otra, mirando cada una por una ventana distinta, sin mirarnos. ¿Por qué? Yo no podía mirarte sin llorar, no podía mirarte sin dejar de pensar que te estaba abandonando, que volvía a hacer lo que mi corazón me pedía que no hiciera. Recuerdo que apretábamos fuertes nuestras manos, que nos acariciábamos la piel, casi como si fueran más que caricias. Enlazadas, con fuerza, la una agarrada a la otra pero sin mirarse. Dolía demasiado mirarse en ese momento, mientras el taxi nos llevaba a la separación.

viernes, 4 de enero de 2008

La vida es corta





Rompe las reglas








Perdona Rápido







Besa lentamente







Ama
verdaderamente









Ríe incontroladamente








Nunca te arrepientas de nada
que te haya hecho sonreír






La vida puede no ser la fiesta que esperábamos,
pero mientras estemos aquí...



¡Queremos bailar!