viernes, 28 de diciembre de 2007

Llegó la Navidad... y la familia

Bueno, ya ha llegado. Ya está aquí. ¿No pueden olerlo? Huele a hipocresía y falsedad en el ambiente, mezclada con turrón del bueno, eso que nunca falte, vaya a ser que los vecinos piensen que eres pobre y no puedes gastarte el dinero ni en estás fechas tan señaladas.

Este año, para más INRI, viene la familia. No es que no me guste que vengan, pero hay personas de mi familia con las que podría vivir perfectamente feliz sin volver a verles nunca. Si a todo esto le sumamos que mi abuela es una especialista en el chantaje emocional (se ve que viene en el gen Valverde) y mi madre no sabe decirle que no porque viven lejos y se ven una vez a la año, pues se juntan diversos factores. Entre ellos el que más me JODE, que yo tengo que dormir en el puto sofá de mi casa porque mi abuela duerme en mi cama. No es que quiera enviar a mi abuela al sofá, la pobre no camina, no es plan. Pero resulta que tiene otros 6 hijos vivos a parte de mi madre y a uno le sobran las camas en casa, pero no... ¡Eso sería muy bonito! Mejor ya nos apretujamos mi hermana y yo en un sofá que suele ser la cama del perro (Tommy nos odia, le hemos quitado su cama) y ale... ¡Así estáis más calentitas! ¿Calentitas? ¡Hostia puta! Que hace una rasca en ese comedor que no quiero ni pensarlo, que sólo hace calor cuando sale el sol y, claro, cuando sale el sol todos se levantan y si te metes en la cama para dormir, pues te miran mal. ¿Que más da que hayas estado dando vueltas toda la puta noche en un sofá con un colchón de mierda encima peleándote con tu hermana y el perro por las mantas?

Y no digas nada... No te quejes... ¿Por qué? Porque entonces eres la mala. Claro, pobres abuelos, que van a pensar que no les queremos en casa... ¡Coño! De día sí, pero que se vayan a dormir a donde haya sitio, hostia, que el sofá no llega ni al metro sesenta y mi hermana y yo pasamos con creces el metro SETENTA. Que cualquier persona normal diría algo como "No, mujer, ya dormimos en casa de tu hermano que aquí no hay sitio y tienes que echar a las niñas al sofá". ¿Verdad? Pero mi abuela no es normal, ella dijo "Pues yo en mi casa siempre tengo sitio para todos" ¡COÑO! ¡NO TE JODE! Pero es que su casa tiene más de 200 metros cuadrados, aquí tenemos 55... ¡Que el perro pesa 3 kilos no porque no coma, sino porque si engorda no cabemos, coño!

Pero nada, esto es lo bonito, divino, maravilloso de la Navidad. El calor de la familia, y calor literal, porque estamos tan pegados que nos podemos oler el sobaco los unos a los otros si te descuidas.

Mi maravillosa tendinitis y mis dos trapecios contracturados agradecen esta hermosa visita que se está alargando hasta vete tú a saber cuando. ¿Es que no han oído eso de "La visitas y la pesca, a los tres días, apestan"?

ANUNCIO IMPORTANTE Y URGENTE: Cambio abuelos cariñosos y limpios por lampara de rehabilitación y pomada para dolores musculares. Interesados no hace falta que llamen, vengan directamente a por ellos.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Test Literario

Pues como Firu me ha nominado, no me queda otra que hacer este test... También he de decir que es de los pocos test que realmente son interesantes.

1. Libros dedicados o sin dedicar:
Yo los prefiero dedicados, la verdad. Así, si el libro resulta una mierda al final, siempre tienes unas frases que sabes que alguien que te aprecia puso allí sólo para ti.

2. Autor preferido en Español:
En Español (que no Español...) me quedo con Jorge Bucay; me relaja y me llena de paz ese hombre.

3. Autor favorito en otras lenguas:
¡Buffff! Hace tanto que lo único que me he metido para el cuerpo en plan novela, ha sido Harry Potter, que ahora mismo no sabría decir. ¿Tolkien? ¿Stephen King?

4. Novela preferida.
Tengo que leer mucho más y con mejor criterio, porque sólo puedo decir que La Sombra del Viento de Carlos Ruiz Zafón.

5. Un autor consagrado a quien no soportes:
Llevo un rato pensando y creo que aún no me he topado con ningún caso así. Porque al niñato que escribió Eragon no lo considero consagrado para nada. ¡Que peñazo de libro por Dios!

6. Mejor relato corto:
Ahora no podría dar títulos pero es de Poe. Es que no tengo aquí mi libro de cuentos.

7. Una segunda lectura decepcionante:
De momento no he leído una segunda vez un libro y no me ha gustado. Si los releo es porque me gustó mucho, no soy masoca.

8. Una grata sorpresa:
El Hobbit.

9. Una gran decepción:
Harry Potter and the Deadly Hollows (Tod@s tenemos lo mismo en esta pregunta)

10. Una asignatura pendiente:
Los pilares de la tierra , La Torre Oscura, Memorias de Idhun y La Historia Interminable están en mi larga lista de pendientes.

11. El primer libro que te marcó:
Los Escarabajos vuelan al atardecer; tengo que encontrar ese libro y releerlo.

12. Un cómic:
Death Note; es el único que he leído completo.

13. Mejor novela policíaca:
No he leído apenas nada de ese genero, así que no creo poder opinar.

14. Mejor historia de amor:
Bueno, mejor, mejor... la verdad es que el final no es muy bueno, pero quizás por eso me marcó tanto. La de Will y Lyra de la trilogía de La Materia Oscura.

15. Mejor historia, novela o relato de Ciencia Ficción:
Después de un buen rato dando vueltas a todo, me he dado cuenta de que no he leído ciencia ficción... ¡Eso sí lo tengo que arreglar pronto!

16. Mejor narración de fantasía:
La trilogía de La Materia Oscura.

17. Mejor libro de aventuras:
Recuerdo haber disfrutado como una enana (también es que lo era) con Momo.

18. Un libro para no parar de reír:
El Pequeño Nicolás.

19. Una novela histórica:
Odio la historia... así que... ¡NINGUNA!

20. Ese libro que te encantó y que muy poca gente conoce:
Diablo Guardian; como me gusta Violetta.

21. Un best-seller que, muy a tu pesar, te gustó mucho:
El Código Da Vinci.

22. Un libro que pedías en préstamo continuamente en la biblioteca:
Don Quijote de la Mancha; pero era porque no me lo pude leer en sólo una semana y tenía que ir cada semana a que me renovaran el préstamo.

23. Novela que no has podido acabar mal que te pese:
Eragon; pero no me pesa no haberla terminado, sino no haberla dejado antes.

24. Libro al que recurres a la hora de regalar:
Depende mucho de la persona, suelo ser de las que busca algo que crea que le vaya a gustar a esa persona, independientemente de si me gusta a mí o no.

25. Tu posesión literaria más preciada.
Después de la quema que hizo la Inquisición en mi casa, perdí mi primera edición de El Exorcista. Así que... La recopilación de cuentos de Poe.

26. Libro o personaje con quien te identificas:
Con Lyra de La Materia Oscura, sobre todo en el último libro... aunque me gustaría decir que soy otro.

27. Libro que has leído más veces:
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, aunque en parte fue culpa de la Inquisición.

28. Tu poema preferido:
Como se arranca el hielo de una herida de Becquer. Siempre lo recuerdo, supongo que será por algo.

29. Una obra de teatro:
Otro que murió en la quema de la Inquisición (algún explicaré que ocurrió) y no recuerdo el título.

30. Tu cuento infantil preferido.
Querida Susi, Querido Paul.

31. Libro infantil para adultos:
Harry Potter; demasiada muerte para que un niño pequeño lo entienda bien.

32. Libros a los que eras adicto en tu infancia:
A los de las películas de Disney, los tenía todos.

33. El mejor malo de la literatura:
El Capitan Howdy de El Exorcista, o sea, el espíritu.

34. Un personaje literario masculino:


35. Un personaje literario femenino:


36. Adoras los libros...
Que cuando los terminas te dejan como un algo extraño dentro, como si hubieras perdido algo cuando llegas a ese punto final.

37. No soportas los libros...
Que me dejan completamente indiferente al terminarlos.

38. Una frase que no podrás olvidar.
"El mundo no está dividido en buenas personas y mortifagos"

39. El último libro que te marcó:
El primero de La Torre Oscura; El Pistolero.

40. El libro que hay en tu mesita de noche.
Ahora mismo Diablo Guardian de Xavier Velasco.

41. Estás atrapado en Fahrenheit 451 ¿qué libro te gustaría ser?
Uno desgastado de tanto leerlo, aunque estuviera roto en algún punto.

42. ¿Alguna vez te enamoraste de un personaje de ficción?
sí, de L de Death Note... y no le he olvidado aún.

43. El último libro que compraste fue...
Pues fueron dos; El Oxford de Lyra secuela (o precuela, no lo tengo muy claro aún) de La Materia Oscura y Carol.

Y mis nominados son Maya, Sol, Aretusa (a ver si se conecta aunque sea sólo por el test) y Absolution.

jueves, 13 de diciembre de 2007

YO

A veces la vida tiene que plantarte en la cara las cosas para que las veas, hay veces en las que te tiene que dar una patada en el culo para que te levantes y te des cuenta de que lo que de verdad quieres, lo que siempre has buscado, lo que de verdad te importa, está ahí, delante tuyo, que lo tienes a tu alcance, pero como nunca te habías parado a mirarlo dos veces, no te habías dado cuenta de que lo tenías.

Yo siempre había pensado que era lo que quería, que era lo que necesitaba, que era lo que me iba a hacer feliz. Y había ido juntando cosas, consiguiendo todo lo que necesitaba para ser feliz, pero sin serlo de verdad.

Y conocí a alguien que me abrió las puertas de un mundo que era casi impensable para mí, me tomó de las manos y me dijo que había que saltar, que siempre hay que saltar. Y salté... Sin mirar atrás, ni abajo, sin importar nada más que ese salto y su mano aferrada a la mía para siempre.

Hace casi un mes que volví al mundo real, a ese que nunca comprendía bien del todo, pero ahora es distinto, porque ahora sí sé lo que de verdad busco, lo que de verdad quiero. Cuando salté vi algo nuevo para mí, allí, al final del camino había una chica. Era de piel pálida como la luna, cabello rojo fuego y ojos verde esperanza.

Me habló, con una sonrisa pintada en la cara, con alegría en la mirada, con la piel llena de caricias y los labios de gracias. Me dijo que la había salvado, que llevaba años gritando y nadie la oía, que había intentado todo por poder vivir, que sentía que se había estado ahogando en un mundo sin sentido, en una vida que no deseaba y que, por un momento, se había rendido. Me habló de sus sueños, de esos que había roto cada día, de como había soportado el dolor de verse alejada de todo lo que de verdad deseaba tener. Y tomó mis manos con fuerza de nuevo para agradecerme que la hubiera liberado, que hubiera sido capaz de romper esa jaula de cristal en la que vivía encerrada.

Y me besó, un beso profundo, sincero, lleno de amor de verdad, de agradecimiento, de vida, de esperanzas, de sueños, de alegría por ser libre por fin. Al abrir los ojos estaba sola de nuevo, pero no lo estaría nunca más. Esa pelirroja que había liberado me acompañaba cada día y, ahora que es libre y sabe lo que de verdad necesita, no se callará nunca más.

Esta pelirroja ha visto el Sol y quiere volver a tocarlo con las manos para poder sonreír cada día de su vida y agradecerle por haber iluminado el camino que tenía que seguir, por haberla convertido en ella de verdad. Quizás ella no lo sepa de verdad, pero la Pelirroja sabe que aunque fueron sus manos los que abrieron la jaula donde ella misma se había encerrado, fue la luz del Sol la que le dio la fuerza para luchar por la vida que de verdad quería vivir.

Gracias a mi Sol por haberme dado todo y haberme hecho más YO que nunca.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Soñándote

Mis parpados caen en silencio, chocando uno contra el otro, esperando que llegue la noche y con ella, el sueño, ese mundo donde todo puede ser...

Esta noche te he soñado y, entre sueños, te he amado. No sólo en sueños te amo, ya lo sabes bien, pero ahora son los sueños el rincón donde nuestros labios anhelantes se entregan besos de amor prohibidos y se dicen locuras al oído. Es en sueños donde nuestras bocas susurran el nombre de la otra entre gemidos de placer ahogados y caricias bajo blancas sábanas. Esta noche te he soñado así. Tumbada entre blancas sábanas, con el cabello revuelto y los labios rojos de tanto entregar besos a la otra.

Y desperté...

Desperté buscando tus labios entre mis mantas, buscando tus caricias entre mis manos, buscando tu perfume en mi piel. Buscando encontrarte en algún lugar más cercano que la oscuridad de mis sueños desesperados.

Me levanté, buscando tu sonrisa en los rostros de los extraños sin encontrarla. Buscando tus caricias en otras manos que no supieron darme el calor de las tuyas. Buscando tu mirada llena de amor y cariño en ojos que no saben mirarme como tú lo haces.

Salí a la calle y te busqué. Mis pasos se volvían acelerados, ansiosos, desesperados. Giraba rostros para mirarlos buscando un resquicio de ti en ellos... y no te hallé. No estabas en ninguno. Vi tu cabello, pero no tenía tu olor, ni tu brillo, ni tu tacto. Vi tus ojos, pero no estaba mi rostro dibujado en ellos. Vi tu piel, pero no tenía un camino de besos hechos con mis labios. Sólo eran imitaciones de ti, copias absurdas de alguien imposible de copiar. No existe nadie como tú, no me pueden engañar.

Lloré. Lloré gritando tu nombre al frío viento, levanté mi rostro al cielo pidiendo un poco de tu calor, le supliqué que me trajera un poco de ti. El cielo estaba tristemente gris. Sentí frío en mí interior y mi piel se erizó. El frío me invadía cada vez más y mis tristes lagrimas se congelaban contra el viento de ese invierno que amenazaba ser terrible sin ti.

Caí. Hincada en el frío asfalto de esta maldita ciudad, llovía mientras mis manos golpeaban contra el suelo y mis ojos inundaban de llanto las aceras. La gente me miraba sin decir nada, el cielo escupía su furia contra mí, ni un solo rayo de sol iluminaba mi vida. El mundo me daba la espalda mientras me consumía el dolor de la soledad más terrible que existe. La soledad de ti. La soledad que duele de verdad porque no estoy sola pero sí lo estoy porque no te tengo a ti.

Mi cuerpo se fundía con el suelo, haciendo que mi color se perdiera entre llanto y lluvia. Vi el rojo desaparecer y empecé a llenarme de gris. De gris asfalto, de gris edificio, de gris acera olvidada, del gris más triste que existe, del gris que no es más que ausencia de ti. De nuevo supliqué al cielo por un poco de ti, por un poco de luz, un poco de calor, un poco de sol. Sí... eso necesito, un poco de Sol. Pero hoy no hay Sol para mí.

Fijé mi vista en el reflejo que llanto y lagrimas habían hecho al transformar en espejo el asfalto de la ciudad. Mis ojos se entraron con ellos mismos reflejados en el gris de la ciudad donde tú no estás, pero algo cambió... Calor. Sentí calor. Miré mis ojos y te vi. Dentro de ellos estabas sonriente, mirándome y preguntándome porque lloraba.

-Porque no estás...

De nuevo sonríes, con la boca, con los ojos, con el rostro y con las manos. Me sonríes a mí, con felicidad en la mirada y deseo en los labios. Escucho tu voz susurrante, diciéndome que te busqué bien, que no desesperé, que mis ojos me engañan porque tú sí estás ahí. Y otra vez calor. En mí, creciendo, extendiéndose por mi cuerpo hasta salir de mí. Y veo luz en la calle, levanto mi rostro y ahí está, en el cielo, inmenso y lleno de ti, un gran sol que ilumina mi mundo y que trae olor a ti.

Me levanto del suelo despacio, extendiendo mis brazos intentando llenarme de ti, de él, de nosotras dos. El mundo gris se va desvaneciendo cuando el sol salpica con sus colores todo lo que me rodea. Y te veo de nuevo, saliendo de mi charquito de lagrimas para abrazarte a mí y no soltarme jamás. Me rodeas, me envuelves, me llenas de ti y desapareces de nuevo, pero no te has ido. Mi mano se dirige suave hasta mi corazón y se detiene en él. Lo escucho latir, suave y tranquilo, y dentro de él, te escucho a ti, repitiendo un te amo por cada latido que da él.

No estoy sola, nunca lo estoy, nunca me dejas, ni nunca me dejarás. Ahora lo sé. Pueden haber mil ciudades grises y un millón de días de lluvias, pero el sol siempre luce fuerte y poderoso en el cielo, dejando su calor en mí. Y, como una vez te dije hace tiempo, tú eres mi Sol, mientras haya amanecer, habrá Sol para mí.