viernes, 28 de diciembre de 2007

Llegó la Navidad... y la familia

Bueno, ya ha llegado. Ya está aquí. ¿No pueden olerlo? Huele a hipocresía y falsedad en el ambiente, mezclada con turrón del bueno, eso que nunca falte, vaya a ser que los vecinos piensen que eres pobre y no puedes gastarte el dinero ni en estás fechas tan señaladas.

Este año, para más INRI, viene la familia. No es que no me guste que vengan, pero hay personas de mi familia con las que podría vivir perfectamente feliz sin volver a verles nunca. Si a todo esto le sumamos que mi abuela es una especialista en el chantaje emocional (se ve que viene en el gen Valverde) y mi madre no sabe decirle que no porque viven lejos y se ven una vez a la año, pues se juntan diversos factores. Entre ellos el que más me JODE, que yo tengo que dormir en el puto sofá de mi casa porque mi abuela duerme en mi cama. No es que quiera enviar a mi abuela al sofá, la pobre no camina, no es plan. Pero resulta que tiene otros 6 hijos vivos a parte de mi madre y a uno le sobran las camas en casa, pero no... ¡Eso sería muy bonito! Mejor ya nos apretujamos mi hermana y yo en un sofá que suele ser la cama del perro (Tommy nos odia, le hemos quitado su cama) y ale... ¡Así estáis más calentitas! ¿Calentitas? ¡Hostia puta! Que hace una rasca en ese comedor que no quiero ni pensarlo, que sólo hace calor cuando sale el sol y, claro, cuando sale el sol todos se levantan y si te metes en la cama para dormir, pues te miran mal. ¿Que más da que hayas estado dando vueltas toda la puta noche en un sofá con un colchón de mierda encima peleándote con tu hermana y el perro por las mantas?

Y no digas nada... No te quejes... ¿Por qué? Porque entonces eres la mala. Claro, pobres abuelos, que van a pensar que no les queremos en casa... ¡Coño! De día sí, pero que se vayan a dormir a donde haya sitio, hostia, que el sofá no llega ni al metro sesenta y mi hermana y yo pasamos con creces el metro SETENTA. Que cualquier persona normal diría algo como "No, mujer, ya dormimos en casa de tu hermano que aquí no hay sitio y tienes que echar a las niñas al sofá". ¿Verdad? Pero mi abuela no es normal, ella dijo "Pues yo en mi casa siempre tengo sitio para todos" ¡COÑO! ¡NO TE JODE! Pero es que su casa tiene más de 200 metros cuadrados, aquí tenemos 55... ¡Que el perro pesa 3 kilos no porque no coma, sino porque si engorda no cabemos, coño!

Pero nada, esto es lo bonito, divino, maravilloso de la Navidad. El calor de la familia, y calor literal, porque estamos tan pegados que nos podemos oler el sobaco los unos a los otros si te descuidas.

Mi maravillosa tendinitis y mis dos trapecios contracturados agradecen esta hermosa visita que se está alargando hasta vete tú a saber cuando. ¿Es que no han oído eso de "La visitas y la pesca, a los tres días, apestan"?

ANUNCIO IMPORTANTE Y URGENTE: Cambio abuelos cariñosos y limpios por lampara de rehabilitación y pomada para dolores musculares. Interesados no hace falta que llamen, vengan directamente a por ellos.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Test Literario

Pues como Firu me ha nominado, no me queda otra que hacer este test... También he de decir que es de los pocos test que realmente son interesantes.

1. Libros dedicados o sin dedicar:
Yo los prefiero dedicados, la verdad. Así, si el libro resulta una mierda al final, siempre tienes unas frases que sabes que alguien que te aprecia puso allí sólo para ti.

2. Autor preferido en Español:
En Español (que no Español...) me quedo con Jorge Bucay; me relaja y me llena de paz ese hombre.

3. Autor favorito en otras lenguas:
¡Buffff! Hace tanto que lo único que me he metido para el cuerpo en plan novela, ha sido Harry Potter, que ahora mismo no sabría decir. ¿Tolkien? ¿Stephen King?

4. Novela preferida.
Tengo que leer mucho más y con mejor criterio, porque sólo puedo decir que La Sombra del Viento de Carlos Ruiz Zafón.

5. Un autor consagrado a quien no soportes:
Llevo un rato pensando y creo que aún no me he topado con ningún caso así. Porque al niñato que escribió Eragon no lo considero consagrado para nada. ¡Que peñazo de libro por Dios!

6. Mejor relato corto:
Ahora no podría dar títulos pero es de Poe. Es que no tengo aquí mi libro de cuentos.

7. Una segunda lectura decepcionante:
De momento no he leído una segunda vez un libro y no me ha gustado. Si los releo es porque me gustó mucho, no soy masoca.

8. Una grata sorpresa:
El Hobbit.

9. Una gran decepción:
Harry Potter and the Deadly Hollows (Tod@s tenemos lo mismo en esta pregunta)

10. Una asignatura pendiente:
Los pilares de la tierra , La Torre Oscura, Memorias de Idhun y La Historia Interminable están en mi larga lista de pendientes.

11. El primer libro que te marcó:
Los Escarabajos vuelan al atardecer; tengo que encontrar ese libro y releerlo.

12. Un cómic:
Death Note; es el único que he leído completo.

13. Mejor novela policíaca:
No he leído apenas nada de ese genero, así que no creo poder opinar.

14. Mejor historia de amor:
Bueno, mejor, mejor... la verdad es que el final no es muy bueno, pero quizás por eso me marcó tanto. La de Will y Lyra de la trilogía de La Materia Oscura.

15. Mejor historia, novela o relato de Ciencia Ficción:
Después de un buen rato dando vueltas a todo, me he dado cuenta de que no he leído ciencia ficción... ¡Eso sí lo tengo que arreglar pronto!

16. Mejor narración de fantasía:
La trilogía de La Materia Oscura.

17. Mejor libro de aventuras:
Recuerdo haber disfrutado como una enana (también es que lo era) con Momo.

18. Un libro para no parar de reír:
El Pequeño Nicolás.

19. Una novela histórica:
Odio la historia... así que... ¡NINGUNA!

20. Ese libro que te encantó y que muy poca gente conoce:
Diablo Guardian; como me gusta Violetta.

21. Un best-seller que, muy a tu pesar, te gustó mucho:
El Código Da Vinci.

22. Un libro que pedías en préstamo continuamente en la biblioteca:
Don Quijote de la Mancha; pero era porque no me lo pude leer en sólo una semana y tenía que ir cada semana a que me renovaran el préstamo.

23. Novela que no has podido acabar mal que te pese:
Eragon; pero no me pesa no haberla terminado, sino no haberla dejado antes.

24. Libro al que recurres a la hora de regalar:
Depende mucho de la persona, suelo ser de las que busca algo que crea que le vaya a gustar a esa persona, independientemente de si me gusta a mí o no.

25. Tu posesión literaria más preciada.
Después de la quema que hizo la Inquisición en mi casa, perdí mi primera edición de El Exorcista. Así que... La recopilación de cuentos de Poe.

26. Libro o personaje con quien te identificas:
Con Lyra de La Materia Oscura, sobre todo en el último libro... aunque me gustaría decir que soy otro.

27. Libro que has leído más veces:
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, aunque en parte fue culpa de la Inquisición.

28. Tu poema preferido:
Como se arranca el hielo de una herida de Becquer. Siempre lo recuerdo, supongo que será por algo.

29. Una obra de teatro:
Otro que murió en la quema de la Inquisición (algún explicaré que ocurrió) y no recuerdo el título.

30. Tu cuento infantil preferido.
Querida Susi, Querido Paul.

31. Libro infantil para adultos:
Harry Potter; demasiada muerte para que un niño pequeño lo entienda bien.

32. Libros a los que eras adicto en tu infancia:
A los de las películas de Disney, los tenía todos.

33. El mejor malo de la literatura:
El Capitan Howdy de El Exorcista, o sea, el espíritu.

34. Un personaje literario masculino:


35. Un personaje literario femenino:


36. Adoras los libros...
Que cuando los terminas te dejan como un algo extraño dentro, como si hubieras perdido algo cuando llegas a ese punto final.

37. No soportas los libros...
Que me dejan completamente indiferente al terminarlos.

38. Una frase que no podrás olvidar.
"El mundo no está dividido en buenas personas y mortifagos"

39. El último libro que te marcó:
El primero de La Torre Oscura; El Pistolero.

40. El libro que hay en tu mesita de noche.
Ahora mismo Diablo Guardian de Xavier Velasco.

41. Estás atrapado en Fahrenheit 451 ¿qué libro te gustaría ser?
Uno desgastado de tanto leerlo, aunque estuviera roto en algún punto.

42. ¿Alguna vez te enamoraste de un personaje de ficción?
sí, de L de Death Note... y no le he olvidado aún.

43. El último libro que compraste fue...
Pues fueron dos; El Oxford de Lyra secuela (o precuela, no lo tengo muy claro aún) de La Materia Oscura y Carol.

Y mis nominados son Maya, Sol, Aretusa (a ver si se conecta aunque sea sólo por el test) y Absolution.

jueves, 13 de diciembre de 2007

YO

A veces la vida tiene que plantarte en la cara las cosas para que las veas, hay veces en las que te tiene que dar una patada en el culo para que te levantes y te des cuenta de que lo que de verdad quieres, lo que siempre has buscado, lo que de verdad te importa, está ahí, delante tuyo, que lo tienes a tu alcance, pero como nunca te habías parado a mirarlo dos veces, no te habías dado cuenta de que lo tenías.

Yo siempre había pensado que era lo que quería, que era lo que necesitaba, que era lo que me iba a hacer feliz. Y había ido juntando cosas, consiguiendo todo lo que necesitaba para ser feliz, pero sin serlo de verdad.

Y conocí a alguien que me abrió las puertas de un mundo que era casi impensable para mí, me tomó de las manos y me dijo que había que saltar, que siempre hay que saltar. Y salté... Sin mirar atrás, ni abajo, sin importar nada más que ese salto y su mano aferrada a la mía para siempre.

Hace casi un mes que volví al mundo real, a ese que nunca comprendía bien del todo, pero ahora es distinto, porque ahora sí sé lo que de verdad busco, lo que de verdad quiero. Cuando salté vi algo nuevo para mí, allí, al final del camino había una chica. Era de piel pálida como la luna, cabello rojo fuego y ojos verde esperanza.

Me habló, con una sonrisa pintada en la cara, con alegría en la mirada, con la piel llena de caricias y los labios de gracias. Me dijo que la había salvado, que llevaba años gritando y nadie la oía, que había intentado todo por poder vivir, que sentía que se había estado ahogando en un mundo sin sentido, en una vida que no deseaba y que, por un momento, se había rendido. Me habló de sus sueños, de esos que había roto cada día, de como había soportado el dolor de verse alejada de todo lo que de verdad deseaba tener. Y tomó mis manos con fuerza de nuevo para agradecerme que la hubiera liberado, que hubiera sido capaz de romper esa jaula de cristal en la que vivía encerrada.

Y me besó, un beso profundo, sincero, lleno de amor de verdad, de agradecimiento, de vida, de esperanzas, de sueños, de alegría por ser libre por fin. Al abrir los ojos estaba sola de nuevo, pero no lo estaría nunca más. Esa pelirroja que había liberado me acompañaba cada día y, ahora que es libre y sabe lo que de verdad necesita, no se callará nunca más.

Esta pelirroja ha visto el Sol y quiere volver a tocarlo con las manos para poder sonreír cada día de su vida y agradecerle por haber iluminado el camino que tenía que seguir, por haberla convertido en ella de verdad. Quizás ella no lo sepa de verdad, pero la Pelirroja sabe que aunque fueron sus manos los que abrieron la jaula donde ella misma se había encerrado, fue la luz del Sol la que le dio la fuerza para luchar por la vida que de verdad quería vivir.

Gracias a mi Sol por haberme dado todo y haberme hecho más YO que nunca.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Soñándote

Mis parpados caen en silencio, chocando uno contra el otro, esperando que llegue la noche y con ella, el sueño, ese mundo donde todo puede ser...

Esta noche te he soñado y, entre sueños, te he amado. No sólo en sueños te amo, ya lo sabes bien, pero ahora son los sueños el rincón donde nuestros labios anhelantes se entregan besos de amor prohibidos y se dicen locuras al oído. Es en sueños donde nuestras bocas susurran el nombre de la otra entre gemidos de placer ahogados y caricias bajo blancas sábanas. Esta noche te he soñado así. Tumbada entre blancas sábanas, con el cabello revuelto y los labios rojos de tanto entregar besos a la otra.

Y desperté...

Desperté buscando tus labios entre mis mantas, buscando tus caricias entre mis manos, buscando tu perfume en mi piel. Buscando encontrarte en algún lugar más cercano que la oscuridad de mis sueños desesperados.

Me levanté, buscando tu sonrisa en los rostros de los extraños sin encontrarla. Buscando tus caricias en otras manos que no supieron darme el calor de las tuyas. Buscando tu mirada llena de amor y cariño en ojos que no saben mirarme como tú lo haces.

Salí a la calle y te busqué. Mis pasos se volvían acelerados, ansiosos, desesperados. Giraba rostros para mirarlos buscando un resquicio de ti en ellos... y no te hallé. No estabas en ninguno. Vi tu cabello, pero no tenía tu olor, ni tu brillo, ni tu tacto. Vi tus ojos, pero no estaba mi rostro dibujado en ellos. Vi tu piel, pero no tenía un camino de besos hechos con mis labios. Sólo eran imitaciones de ti, copias absurdas de alguien imposible de copiar. No existe nadie como tú, no me pueden engañar.

Lloré. Lloré gritando tu nombre al frío viento, levanté mi rostro al cielo pidiendo un poco de tu calor, le supliqué que me trajera un poco de ti. El cielo estaba tristemente gris. Sentí frío en mí interior y mi piel se erizó. El frío me invadía cada vez más y mis tristes lagrimas se congelaban contra el viento de ese invierno que amenazaba ser terrible sin ti.

Caí. Hincada en el frío asfalto de esta maldita ciudad, llovía mientras mis manos golpeaban contra el suelo y mis ojos inundaban de llanto las aceras. La gente me miraba sin decir nada, el cielo escupía su furia contra mí, ni un solo rayo de sol iluminaba mi vida. El mundo me daba la espalda mientras me consumía el dolor de la soledad más terrible que existe. La soledad de ti. La soledad que duele de verdad porque no estoy sola pero sí lo estoy porque no te tengo a ti.

Mi cuerpo se fundía con el suelo, haciendo que mi color se perdiera entre llanto y lluvia. Vi el rojo desaparecer y empecé a llenarme de gris. De gris asfalto, de gris edificio, de gris acera olvidada, del gris más triste que existe, del gris que no es más que ausencia de ti. De nuevo supliqué al cielo por un poco de ti, por un poco de luz, un poco de calor, un poco de sol. Sí... eso necesito, un poco de Sol. Pero hoy no hay Sol para mí.

Fijé mi vista en el reflejo que llanto y lagrimas habían hecho al transformar en espejo el asfalto de la ciudad. Mis ojos se entraron con ellos mismos reflejados en el gris de la ciudad donde tú no estás, pero algo cambió... Calor. Sentí calor. Miré mis ojos y te vi. Dentro de ellos estabas sonriente, mirándome y preguntándome porque lloraba.

-Porque no estás...

De nuevo sonríes, con la boca, con los ojos, con el rostro y con las manos. Me sonríes a mí, con felicidad en la mirada y deseo en los labios. Escucho tu voz susurrante, diciéndome que te busqué bien, que no desesperé, que mis ojos me engañan porque tú sí estás ahí. Y otra vez calor. En mí, creciendo, extendiéndose por mi cuerpo hasta salir de mí. Y veo luz en la calle, levanto mi rostro y ahí está, en el cielo, inmenso y lleno de ti, un gran sol que ilumina mi mundo y que trae olor a ti.

Me levanto del suelo despacio, extendiendo mis brazos intentando llenarme de ti, de él, de nosotras dos. El mundo gris se va desvaneciendo cuando el sol salpica con sus colores todo lo que me rodea. Y te veo de nuevo, saliendo de mi charquito de lagrimas para abrazarte a mí y no soltarme jamás. Me rodeas, me envuelves, me llenas de ti y desapareces de nuevo, pero no te has ido. Mi mano se dirige suave hasta mi corazón y se detiene en él. Lo escucho latir, suave y tranquilo, y dentro de él, te escucho a ti, repitiendo un te amo por cada latido que da él.

No estoy sola, nunca lo estoy, nunca me dejas, ni nunca me dejarás. Ahora lo sé. Pueden haber mil ciudades grises y un millón de días de lluvias, pero el sol siempre luce fuerte y poderoso en el cielo, dejando su calor en mí. Y, como una vez te dije hace tiempo, tú eres mi Sol, mientras haya amanecer, habrá Sol para mí.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Para Siempre

Naciste un día difícil, el 29 de febrero de 1988, casi parece una broma nacer un día que existe sólo cada cuatro años. Siempre dijiste que felicitáramos antes, que después parecía que se nos había olvidado, pero que como igual eras malo para las fechas, daba un poco igual.

Me hacía gracia tu manera de despistarte, podías perder el hilo de una conversación coherente en un segundo y tardar diez minutos en saber de que hablaba contigo y un día, de pronto me decías "Sandra, recuerdas cuando...?" y la frase exacta que yo o tú habíamos dicho en algún otro momento, puede que hace meses. ¿Cómo lo hacías? Siempre recordabas los pequeños detalles, esos que a ojos del mundo no eran más que tonterías pero que eran importantes para las personas que te los confesaban, más que saber fechas, direcciones o números de teléfono de memoria.

Ayer queríamos repartirnos tus sueños, aquellos que no pudiste hacer realidad y hacerlos por ti tal y como tú lo querrías. Haciendo reales esos tan grandes que parecen imposibles, y esos tan pequeños que parecen insignificantes pero que sabemos que serán mucho para ti.
Yo pensé que no te conocía tanto como para aportar un sueño a la lista, pero sé que me equivocaba... tengo que escribir mi encuentro con Sol. ¿Recuerdas que me dijiste que querías leerlo en mi blog? Aquí estará, con las fotos no censuradas, para ti, por ti, por ser una admiradora de nuestro amor, como me dijiste el otro día.

También hay otra cosa, quizás no se puede llamar sueño, quizás no tiene un nombre concreto, pero es algo que tengo que hacer por ti, por mí, por las voces que quisieron gritar y se ahogaron en silencios dolorosos que gritaban en nuestros corazones pidiendo un oído capaz de escuchar. Ya no más silencios, ya no más morder mi voz cuando quiera gritar, ya no más dejar que pasen antes que mí. Tú y yo nos parecemos en eso. En dejarnos atrás para poner a los nuestros delante. Y ya me cansé, y sé que tú también. Así que eso haré. Sé que te hubiera gustado gritar muchas veces, yo gritaré por ti. Mi voz sonará fuerte y tranquila porque sé que la tuya me acompañará en cada "¡NO!" que grite.

¿Sabes? Te echo de menos, mucho, muchísimo, más de lo que creía poder echarte de menos, pero no estoy triste. Se abrió un terrible vacío en mí cuando te fuiste, y no sólo en mí. ¿Ves cuanta gente te quiere? ¿Ves cuantas lágrimas han escapado de nuestros cuerpos para buscar tu alma? ¿Ves para cuantos eres el mundo? Ahora, ese vacío no está tan vació, poco a poco se vuelve a llenar, ¿de qué? Pues de ti, Evan, ¿de que se iba a llenar sino era de ti? De tu calor, de tu calma, de tu tranquilidad, tus despistes y tus rarezas, de tus ganas de comer algodón y galletas con mayonesa, de tus sonrisas encantadoras y tus miradas traviesas. Sé que nunca vi tus ojos, que nunca escuché tu voz, que nunca vi como iluminabas el mundo con una de tus sonrisas, pero eso no importa, porque no lo he visto, pero lo he sentido. Has llenado el mundo de luz, alegría, calor, comprensión, amor... ¿Por qué? Porque eso es lo que nos has dado a muchos.

Hay quien te conocía de mucho antes que yo y pensaba que, sólo por eso, te conocían mejor. Quizás no fue mucho tiempo, sé que nunca me parecerá el suficiente, siempre pensaré que me hubiera gustado saber más de ti, de tus cinco minutos de tonterías y sé que echaré de menos tus "Respira" "Ves al médico" "¿Estás tomando algo?" y todas esas cosas que te hacían ser nuestro medicucho, siempre quedarán cosas que decirte, cosas que preguntarte, consejos que darte y muchos otros que recibir, pero no por eso te conocía menos.

Como me han dicho hoy "Eramos los cuatro, no? Siempre los 4!" y eso es verdad, no fue mucho tiempo, pero esto no se mide con el tiempo, sino con el cariño... y si se trata de amor, no hay tiempo que valga y yo siempre te querré.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Evan

Caminaste entre nosotras, como un ángel, pintando sonrisas en los rostros de quienes lo necesitaba de verdad. Te dedicaste a eso, a hacernos sonreír cuando el llanto nos ahogaba, a curar las heridas que parecían no querer cerrar. No pedías nada a cambio, ofrecías consuelo y amistad con los brazos abiertos, entregando tu calor en cada palabra, tu alma en cada abrazo, tu esencia en cada sonrisa.

Dicen que vivimos una vida por cada persona que nos conoce, porque para cada uno somos de una manera distinta. Hubo para quien fuiste, y siempre serás, mucho más que una persona, mucho más que un sueño, mucho más que todo lo que se pueda expresar con palabras. Yo busco e intento escribir algo que sea digno de ti. Hablar de que fuiste para mí, de como te vi yo, de como era mi Evan, pero no me llegan las palabras, porque no son sentimientos, son sólo palabras. Siempre supimos lo difícil que era hablar de sentimientos con las palabras, siempre reíamos de que era poco para poder hablar de amor, porque eso sentía por ti, amor. Eres más que lo que mis dedos puedan plasmar, me arrancaste sonrisas cuando pensé que no podía más, me hiciste gritar cuando todos me dijeron que debía enmudecer, fuiste liberador para mí. Me gustaba cuando me preguntabas cosas desde "el otro lado", cosas acerca de sentimientos, de miedo, de impotencia, de que haría yo si estuviera en la situación en la que tú estabas.

¿Sabes? En muchas cosas me recordabas a mí, anteponiendo a los demás antes que a ti, aguantando injusticias sólo porque era lo correcto, obsequiando sonrisas aún cuando el dolor te ahogaba y no te dejaba respirar.

Te recuerdo bien, y siempre lo haré, intentando dibujar una sonrisa en mi rostro cuando todo parecía estar mal, ¿lo mejor de ti? Que siempre lo conseguías.

¿Que fuiste para mí? Amigo, consejero, hermano, guardián de secretos. Compartimos muchas cosas que prometimos no decir, nos prometimos muchas que cosas que sabíamos que no podríamos cumplir. ¿Por qué? Quizás sólo por el simple hecho de prometernos locuras, de estar conectados en algo imposible, tan imposible como la vida que nos rodeaba.

Y ahora te has ido, nos has dejado para siempre y es como si un vacío me llenará de nuevo. ¿Lo más gracioso? Que te veo, te veo a mi lado diciéndome "Sandra, tienes que ser fuerte", lo escucho en mi oído con una voz que no llegué a escuchar nunca pero que sé como suena porque conozco tu esencia. Sé que donde estés, nos vigilas, que nos cuidas y nos deseas la más grande felicidad. Yo también te la deseo a ti y siento no poder escribir nada digno de ti, pero es que no existen las palabras para expresarte porque eres muy grande, más que ellas que se hacen pequeñas a tu lado.

Me han dicho que crees en la reencarnación. ¿Sabes? Yo también y sé que hiciste a tanta gente feliz en esta vida que la próxima que te toque vivir será inmensamente feliz para ti. Nunca te olvidaré y siempre serás como sé que eres en realidad, libre y feliz.

Te quiero mucho, no nos olvides, nosotras no lo haremos...

martes, 20 de noviembre de 2007

9 de Noviembre

Miro el reloj, son las 5:25 y mi jefe me sonríe y me dice "Anda... vete ya", creo que nunca he acatado sus ordenes tan rápido. En menos de 7 minutos estoy saliendo por la puerta de la Nissan mientras las rodillas me tiemblan y el corazón late acelerado. Cuando entro por la puerta de casa veo que la luz del comedor sigue encendida, mi madre, como prometió, continua despierta. Agarro las maletas y empiezo a gritar casi histérica, comprobando una y otra vez que el dinero, los pasajes y el pasaporte me acompañan. La despedida me parece exagerada, "¡Ni que me fuera a la guerra!" repito una y otra vez entre abrazos e intentando que mi madre deje de llorar. Por el camino al aeropuerto tengo que mirar mal a mi madre un par de veces para que vuelva a arrancar el coche y me lleve hasta el aeropuerto. De nuevo, más lagrimas y, por fin, me suelta.

Los primeros pasos en lo que es mi primer viaje sola, son liberadores, las piernas ya no me tiemblan y una sonrisa se va dibujando poco a poco en mi cara. El tiempo pasa extraño. En un rato estoy en Madrid y es donde me doy cuenta de que facturaron mis maletas hacia Monterrey... ¡Y yo no voy a Monterrey! Con las instrucciones de salir cagando leches en cuanto llegue al DF para hablar con alguien de Iberia y detener mis maletas, continuo mi viaje. Cuando me quiero dar cuenta, ya estoy sobrevolando el atlántico con una enorme caja de caramelos (que no resultaron ser de regaliz >.<) y calmo mis nervios hablando con la chica que se sienta a mi lado, que es del Distrito Federal. Cierro los ojos e intento dormir un poco, cuando los abro, resulta que lo primero que escucho es algo como "Dios me ayudo mucho en mi camino" dudo un rato en si abrirlos del todo o darme la vuelta y hacerme la tonta, al final, las frases de las chicas me hacen abrirlos del todo. Resulta que me he ido a sentar entre un grupo religioso que anda de viaje cristiano en busca del camino de Dios. ¡Mira que había asientos! Pues nada, la chica se pone a hablarme de Dios y, como ya llevábamos horas hablando, ahora no iba a enviarla a ningún sitio, ¿no? Así que hago como que la escucho mientras me regala un libro llamado "Buenos Días, Espíritu Santo"... ya podéis imaginar mi cara de espanto, pero.... como dije, ya no iba a ponerme borde con ella a esas alturas. Sólo volví a dormirme e intenté no hablar mucho del tema religioso.

La luz que indica que debemos volver a ponernos los cinturones de seguridad se enciende y el piloto nos dice que vamos a aterrizar. Todos los nervios vuelven y un nudo se apodera de mi estómago. Las puertas se abren y camino hacia la terminal con mi equipaje de mano, puesto que mi maleta va camino de Monterrey a menos que me de mucha prisa.

Llegado ese punto todo es confuso, estoy sola, en un aeropuerto enorme y no sé donde esta el Stand de Iberia para reclamar mi equipaje, enciendo el teléfono móvil y apenas me queda batería, no tengo cobertura y no veo a Sol por ninguna parte. ¡Perfecto! A esto le llamo yo una entrada triunfal... Como no puedo esperar porque sino embarcaran mis maletas hacia Monterrey cruzo el aeropuerto lo más rápido que puedo mientras anoto todos los teléfonos en un papel, por si mi móvil decidía morir del todo y yo seguía sin encontrarme con Sol. Llego al Stand de Iberia y consigo que me solucionen lo de la maleta "ahorita mismo" o sea, en una hora...

Entonces es cuando busco una cabina e inserto esa tarjeta telefónica que acabo de comprar sin saber muy bien si era del importe necesario para llamar a España (que ya hacia como 45 minutos que mi vuelo había llegado y mi madre debía de estar denunciando mi desaparición a la policía) y luego a Sol.

Entonces, mientras la cabina me dice no sé que mierda de que cuelgue el auricular, la veo. Esta a muy pocos metros de mí, con una blusa roja, unos pantalones negros y mi flor favorita en la mano. Ya no me puedo mover, solo consigo saludarla con la mano, de hecho, aún no comprendo porque me vio justo cuando hice el ademan de llamarla, puesto que nunca llegué a decir su nombre. Todas mis palabras se habían quedado atrapadas en mi garganta. Camina hacia mí, no sé si tan nerviosa como yo o más, sólo sé que ella es capaz de caminar y yo sigo con el auricular en la mano, la tarjeta en la otra y una cara de idiota que podría ganar un campeonato. Entonces llega frente a mí y me beso en la mejilla izquierda, en las décimas de segundo que llevaron a sus labios de mi mejilla a los suyos pensé mil cosas, pero, básicamente era "¿Por qué me besa en la mejilla?" repetido como mil veces, hasta que sus labios se encontraron con los míos y todo estuvo bien. Es extraño ese primer beso, porque no pareció el primero, parecía que fuera la continuación de algo, como si nuestros labios se reconocieran y solo estuvieran saludándose de nuevo. Abrazos, más besos, en los labios, en el cuello, en su cabello... y yo que sigo con el teléfono en la mano.

Gracias a Sol consigo llamar a mi madre, porque entre los nervios por tenerla cerca y que no me aclaro, no consigo hacer nada bien, creo que me tiene que decir dos veces que cuelgue el auricular antes de que comprenda lo que esas palabras significan. Le explico el problema de mi equipaje y que tengo que esperar una hora para poder recogerlo, así que vamos a tomar un café a un bar del aeropuerto. Allí es donde me doy cuenta de que su blusa es muy, muy, muy escotada, creo que ella no se dio cuenta, pero yo no comprendo como no vio que me perdía por ese escote cada vez que la miraba. En la mesa, tomando café, es cuando veo que ambas estamos temblando y que nos miramos como tontas mientras nos mordemos los labios y no soltamos nuestras manos. ¿De que hablamos? Ni lo recuerdo... Supongo que del viaje, de mi maleta perdida, de su viaje, del tiempo, de que parecíamos dos flanes que no dejaban de temblar y de que era bueno ver que las dos estábamos igual.

Antes de darme cuenta, ya ha pasado una hora (¿Será que el tiempo a su lado pasa más rápido?) y tengo que entrar a por mi maleta, me levanto feliz de la vida y dejo a Sol con mi equipaje de mano. Desde luego que, si sólo quería mi dinero, ese fue el mejor momento para robarme, mi hermana aún me dice que si llega a salir mal me quedo compuesta, sin novia y sin dinero... pero cuando salí de nuevo por las puertas, con mi maleta, Sol continuaba en el mismo lugar que la deje, con ese maravilloso escote e intentando hablar con un tipo que no hablaba nada de castellano. Me acerqué hasta ella, pagó (sigo pensando que pago muchas más cosas con yo por eso de que no me aclaraba muy bien con la moneda) y nos fuimos a buscar un taxi.

Si quieren saber que paso al otro lado, lean aquí.

viernes, 16 de noviembre de 2007

...

Aquí estoy, de vuelta a España en el avión, con los ojos hinchados y conteniendo las ganas de llorar, de gritar, de correr hacía tus brazos que ahora son imposibles de alcanzar. Sabía que iba a ser difícil, dolorosa, casi como arrancarse el corazón y quedarse esperando ver como deja de latir.

Borré las distancias una semana, acercando nuestros labios hasta el punto exacto donde deseaban estar, el uno contra el otro. Y hoy, amor, hoy lloro lagrimas saladas como el ocena que sobrevuelo y que me aleja cada minuto un poco más de ti, de tus besos, de tus caricias, de tu risa, de tu amor. Hoy, de nuevo, muerdo mis labios suplicando que no dejen escapar un triste sollozo de ellos. Hoy escribo mientras escucho música, ajena al mundo, a la realidad, a la cruel vida que se empeña en separarme de ti.

El comandante dice que estamos a 20 grados y yo siento frío. Un frío terrible que se mete por mis pies, se instala en mi pecho y se niega a abandonarme. Por las ventanas entra luz, la luz del sol, pero no es el sol que a mí me vale, no es el que me calienta, me llena de esperanza y de alegría.

Estoy muy triste, separarme de ti es lo más duro que he hecho en mi vida, pero soy feliz. Porque separarme de ti significa que he estado junto a ti, que he pasado los mejores días de mi vida junto a la persona más importante del mundo para mí. He besado tus labios, tu piel, he colmado tu cuerpo de caricias mientras nuestros ojos se decían los TE AMO más silenciosos y bellos que pueda nadie decirse jamás. Hemos vivido juntas nuestro amor, sin miedo a nada, sin importar nada que no sea nosotras. Hemos reído abrazadas, hemos llorado en los brazos de la otra, hemos convertido en real lo que muchos tacharon de imposible. Hemos amado a la otra con todo lo que poseíamos, con el cuerpo, el alma, los labios, las manos...

¿Sabes, amor? Cada segundo que pasa me aleja más de ti pero, a pesar de todo, soy feliz. Aún nos quedan muchos aviones que tomar, llegaran más días que marcar en el calendario con rojo pasión. No es fácil la distancia, pero no estás lejos de mí, amor, te llevo en mi corazón y de ahí ni el más profundo y triste océano te podrá arrancar.

Nos volveremos a besar pronto, amor, los meses pasan volando y febrero no tardará en asomar por la esquina.

Te amo

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Confesiones

Puestos a confesar, hay muchas cosas que decir... Ahora que lo pienso, no son tantas. Vamos, que sólo es una, lo que pasa es que esa confesión es una gran confesión.

En este blog se ha hablado muchas veces de una persona, de Alex, creo que todos los que me conocen saben bien quien es Alex, o eso creen...

Todos dirán "Pues Alex es tu novio" y yo les diría algo como "Sí, pero no." Porque hay cierto detalle sobre Alex que no saben y es que, Alex no es un hombre, sino una mujer.

*De un megáfono sale una voz metálica*

-Para más información diríjanse al punto de información. Gracias.

PUNTO DE INFORMACIÓN

*La voz metálica suena de nuevo*

-Si necesitan asistencia médica, diríjanse al hospital, porque todos nuestros médicos están ocupados en este momento.
...
...
...


¿Ya está? ¿Ya lo asimilaron?
(Si no lo asimilaron aún, vuelvan a los puntos suspensivos y leeanlos tantas veces como sea necesario, que para eso están...)

Pues sigamos.

Alex es una chica, se llama Sol y es mi novia, así que se podría decir que estoy saliendo del armario, aunque bien, bien no sé cuando me metí dentro. De pronto, un día me vi dentro y me dije a mí misma "Sandra, esto no mola, a ver si salimos ya que huele a naftalina y todo se pega". Y aquí estoy, saliendo del armario o casi, o yo que sé... Sólo sé que no tengo novio, sino novia, y que me encanta que sea Sol.

Al que no le guste, pues ya sabe lo que tiene que hacer. Meterse su opinión por el culo o gritarlo a los cuatro vientos, porque a mí realmente me la sopla mucho. Si no te gusta, pues no nos mires, que yo no te obligo a nada. Y si no te quieres pasar nunca más por este blog, pues también me importa cuatro pitos. Odio a la gente de mente cerrada, así que si eres de esos, mejor que ni te pases porque has de saber que no me caes bien.

Sol me quiere, yo la quiero a ella y eso es lo único que me importa ahora mismo en esta vida. Bueno, eso y que dentro de poco las distancias se van a borrar, pero eso es algo de lo que hoy no voy a hablar que me pongo nerviosa y no puedo ni escribir de una manera correcta.

viernes, 2 de noviembre de 2007

El Salón del Manga Versión 1.0

Pues nada, que ayer me fui al Salón del Manga por primera vez en mi vida. Aunque, la gran Odisea fue llegar... La mierda del AVE ("Alta Velocidad Española"... me río yo de la Alta Velocidad... yo creo que las siglas en verdad significan algo como "A Ver Empujen, que esto no tira". Total, si es de RENFE "Rogamos Empujen Nuestros Ferrocarriles Estropeados"), el metro, los agujeros de Bellvitge y la madre que parió al que un buen día dijo: -Pues como vamos a hacer un Parking subterráneo, en lugar de poner la parada del bus del L10 nueva más cerca, la ponemos casi fuera del pueblo, total... Caminar es bueno. Pues después del mega paseo de la hostia hasta la puta nueva parada del bus, y de preguntar en el único bar que vi abierto que donde coño la habían puesto, me siento a esperar...

La hostia, ya no me acordaba que el puto L10 viene cuando quiere, que eso de los horarios no son algo que vaya con ese bus. Pues nada, que pasa cada 20 minutos, y yo me pegué como 35 esperando. Con un tío al lado que no dejaba de escupir (que asquito de chaval) y una pobre señora que decidió que no se quería sentar porque "El bus pasa en 5 minutos". Estuve a puntico de podarla y todo, estaba la mujer echando raíces cuando llegó el bus. Entre cuatro para sacarla del agujero que había hecho y el conductor como mirándonos en plan "Eh, que tengo un horario que cumplir... ¡Ah, no! Que conduzco el L10..."

Pues nada, una vez dentro del bus y con la agradable compañía telefónica de Ary al otro lado, me bajo en la parada de L'Hospitalet del Llobregat, (L'Hospi pá los colegas XD) me veo rodeada de frikis. Vale, que ya lo sabía, pero... ¡Joder! Que impresiona. Todo de Misa-Misa (¿Cual es el simbolito para poner cara de aburrimiento? Es que es lo que me produce la tal Misa...), L ^^, Light ¬¬, Narutos por todas partes, Axeles y muchos que no sé ni quien representa que son XD... Es que no estoy tan puesta, leñe!

Pues nada, cuando entro dentro del Salón sin la voz de Ary dándome ánimos, me llega la verdad encima de pronto. Y es que estoy más perdía que el Fary en un concierto de AC/DC... Vamos, que se me ve a leguas que yo de esto, ni idea. Tenía una cara de perdía que sólo me faltaba acercarme al mostrador ese de niños perdidos y decirle al del megáfono algo como "Oye, que estoy perdida" pero la cara de cachondeo que hubiera puesto el chaval al ver a una tía de 27 años con cara de niña de 3 años a la que sus padres han soltado la mano en un hipermercado era más avergonzante que seguir caminando esquivando cuernos, alas y llaves-espadas (que eso sí sé lo que es XD ¡Viva Kingdom Hearts!), así que seguí. Iba yo buscando la zona de fanzines porque, ya que me voy a perder entre tanto friki, pues por lo menos conocer a mi querido Zach Gray, que si me desmayo, como ya me ha llevado una vez a la enfermería, pues otra más no creo que le importe mucho, ¿no? Y nada, me meto en un pasillo que aquello parecía la puerta de entrada de El Corte Ingles el primer día de rebajas. ¡Ay va la hostia! ¡Que no había más gente porque no cogíamos, coñe! Así que tomo aire y pongo un pie dentro del pasillo dispuesta a sacarle los ojos a todo el que no me dejara avanzar, pero, en ese momento una voz me saca de mi mundo.

-¡Eh! ¿Tú no eres del Prat?

Y me giro a mirar de quien es esa voz que me suena tanto... y... ¡Joder! ¡El Rubén! ¡Mi Rubén! Ahora conocido como Atzur. Casi salto del mostrador a tirarme en sus brazos. ¿Cuanto haría que no nos veíamos? ¿6 o 7 años? ¡Que emoción! Si fue él quien me introdujo en el mundo del frikismo, pero como el muy.... se me fue a vivir a otro pueblo, pues perdimos el contacto y mis amigos eran demasiado normales *cofaburridoscof* y tuve que volver a la vida "normal". Y nada, nos ponemos a hablar un poquillo de nuestra vida, el chico a montado un Estudio de Diseño e Ilustración llamado Kamikaze factory, como no, le compré el número que tenían a la venta en el salón, y él me hizo un dibujito... Más mono mi nene...

Me explico que en la revista de MangaLine (que creo que es la del Salón) salían ellos, así que os pongo las imágenes de las cosillas que han hecho. Pero sólo la portada, que si lo queréis, pues hay que ir al Salón...

Si no me equivoco, esta simpática mascota, llamada Line, ha sido diseñada por Bénelo Nsé para Kamizake Factory.

Y estas otras están en el interior de la revista...


Himawari que está dibujado por Belén Ortega.







Y Onegai Señorita, dibujado por Dani Bermúdez, que tiene corto y todo.


Pues después de ponernos un poco al día con nuestras vidas, decidí seguir mi camino en busca de mi Zach, o sea, de mi Lyra... Y yo por ahí toda perdida buscando un stand de Yuri con cara de "Otra vez parezco el Fary en un concierto, pero esta vez en uno de Punk". La cosa está en que me dijeron que el stand de The Yuri Proyect estaba al lado y llegué hasta el final del pasillo y nada... Así que saqué mi pedazo de móvil y llame a Lyra, en un momento tenía a una chica abrazada dándome achuchones. Me agarró de la mano y me arrastró por los stands hasta el suyo. Que resulta que estaba al lado del de mi colega, pero yo no lo vi... Pues me puse con ella un ratico, ahí, detrás del mostrador y todo y me dio unos regalitos. ¿Que qué me regaló? Pues mirad este dibujo y lo sabréis.Esos dos de ahí son Sarah Anne Richards (o sea, yo en un Foro de Rol de Hogwarts) y Zach Gray... y mi querido Zach se acordó de que a Sarah le encanta el regaliz y me trajo una bolsa llena de regaliz rojo y chocolate. O sea, que la escena del dibujo (que sucederá en breve en alguna clase, probablemente en Historia de la Magia) es algo que ayer pasó en verdad y me estoy comiendo el chocolate y el regaliz ahora mismo. Esta más rico.... También me regaló este punto de libro con las dos Nana... ese otro manga que tengo que leer un día de estos.
Y yo pues me compré sus fanzines. Y os los pongo para que los veáis.


Estas son la portada y la contraportada (es que me encantó ese dibujo) del número 3.








Y esta de aquí es la del número 2.
Luego ya me entró el ataque de "Tengo que comprar algo de Death Note" y ya no pude parar... Miedito me di a mi misma. Obsesionada buscando a L por todas partes... Y se me para al lado un nene, más mono él, todo cosplayado de L, con su pelito negro en la cara, sus ojeras, su pantaloncico tejano azul clarito hasta los pies, su jersey blanco... Ains... En fin, monísimo el chico. Y va y me dice que es de México. Casi me tiro encima de él en plan fangirl histérica, pero me contuve, más que nada para que no me echarán de un sitio que esta lleno de frikis que te cagas por dar la nota. Que eso ya sería lo más avergonzante que me haya pasado en la vida, y mira que he pasado vergüenza en mi vida... Así que decidí dejar al pobre chico tranquilo y buscarme un L propio para mí solita que no tenga que compartir con nadie nunca, nunca... Y me fui a frikear un poco.

Estas son algunas de las cosillas que obtuve a cambio de dinero y de conocer a gente en más Stands de los que creía. ¡Que descuentazos, señores! ¡Y sin utilizar armas de mujer!




Foto álbum de la película "Death Note" y
de "The Last Name"







Y al que se pase, ojito.... que tengo una Death Note propia y todo... y, ¿veis cuantas cositas trae? Con sus postales, su chapita de L, su película en DVD, su caja para guardarlo todo, su marca páginas para ver porque página te has quedado matando gente... Ains... que mono! ^^


Y otra de mis frikadas es con "Pesadilla antes de Navidad", que me encanta Jack Skelleton y no me pude resistir a esto.

Ni a esta chapa de mi Jack, la foto se ve como un poco como el culo, pero sin el como, porque la he hecho con la web-cam ya que la cámara de fotos se ha quedado sin batería, por eso no la llevé al salón... Estaba descargada, pero el domingo volveré... y con batería...


Y este es el manga que me regalaron a cambio de mi entrada. No sé yo sí será bueno o no, pero, como dicen, a caballo regalado, no le mires el dentado.


Y, para terminar, lo dejaremos todo bien cerrado... jejeje Mi frikismo empezó por culpa de Harry Potter, así que aquí tenéis una postal que he comprado de Lily jugando con los Marauders.

¿A que están monísimos? Y esta Lily jugando con uno en concreto... Anda que no le hizo sufrir ni nada al pobrecito... ¿Y quien es ese que está detrás de Sirius? ¡Pues Remus! ¡GO SLASH! Por cierto, para quien aún no lo sepa....

¡Dumbledore es Gay!
¡VIVA ROWLING!


domingo, 28 de octubre de 2007

Convirtiendome a la religión Otaku *coffrikicof*

Pues nada... que estar rodeada de frikis... ¡Perdón! Otakus acaba teniendo sus repercusiones en la personalidad de una servidora. Y al fina he sido arrastrada a la Otakumanía *coffrikismocof* Y como algo así no sucede todos los días, pues he decidido hablar un poco sobre como ha ocurrido.

Todo empezó a principios de Mayo por culpa de Morwen, estábamos una tarde chateando en el foro del PLAP (Patrulla de Liberación Anti Plagios), sobre tonterías miles y diferentes. Y Morwen dijo algo como "Oh, my Kira!" en lugar del típico "Oh, my God!" y yo pregunté que quien era el tal Kira ese de los cojones que todos los días escuchaba hablar de él y no tenía ni puta idea. A Morwen casi le da un ataque al corazón (seguro que era Kira XD) y ella, toda rauda y veloz fue a buscar una imagen para enseñarme al tal Kira.

Y me explico, con todo lujo de detalles, que Kira es un Dios, y que, a partir de ahora no había que decir "Oh, my God!" sino "Oh, my Kira!" porque Kira era el Dios del nuevo mundo. Pobre Morwen... si es que está pa que la encierren XD. A mí me entró la curiosidad y pregunté que de donde había salido eso, entre Morwen y Ary me explicaron que era eso de Death Note y me pidieron amablemente que O lo lees, o lo lees. Me ayudaron a encontrar de donde descargarlo y me bajé el primer tomo (cuando supe que eran 12 casi me entra la depresión) para ver que tal. La verdad es que me lo leí de un tirón, sin apenas darme ni cuenta. La trama era buena desde el primer momento y cuando terminé el primero fui rápido a poner a descargar el segundo. Y ahí fue cuando me enganché del todo. ¿En que momento? Pues ante la aparición DEL PERSONAJE por excelencia.
Mi amado L...

Si es que... Fue verle y pensar "¡Jo! ¡Yo quiero un L para mí solita!" Tan guapo, tan misterioso, tan raro (porque raro es de cojones el tío, con esa manera de coger las cosas), tan único, tan excéntrico, tan inteligente... Vaya, que me enamoré del personaje pero más rápido que nada. Yo ya no pensaba que "Oh, my Kira!" más bien era "¿Si soy muy buena alguien me regalará un L para mí?" Ya no pude dejar de leer ni un solo día hasta que terminé los doce tomos. Cuando los leí todos pensé "Bueno, ya esta, ya no más fricadas" pero acabe metiéndome el anime y las dos películas en menos que canta un gallo. No era adicta al manga, pero sí a Death Note. Y eso fue el inicio de todo lo que sigue ahora.

Como me jodí una pierna en el curro y me pegué dos meses rascándome la panza en mi casita, y algo tenía que hacer para matar el tiempo, ¿no? Y en el mismo PLAP vi un anuncio de un foro de rol de Death Note, así que me decidí a rolear un poco por primera vez en mi vida. Como no podía ser de otra forma, en ese foro había más gente. Y, claro, también eran un poco frikis (no quiero ofender a nadie, pero es verdad... Y yo os quiero igual y lo sabéis), en poco tiempo nos hicimos amigos, es lo que ocurre cuando en un foro somos unos 14... Bueno, algunos nos hicimos más que amigos, pero esa es otra historia. Entre los que conocí, se encuentra Maya, esta sí ha sido una gran culpable de mi frikismo. Vamos, que la chica me ha enchufado más música japo en un día que todo el resto del planeta en una vida entera.

Y al final, pasó. Que entre ella y Ary me han convertido en una friki que te cagas y, coincidiendo con el viaje a Japón de mi padre pues le pedí unas cosillas. En realidad solo le pedí el cd de Chihiro Onitsuka, pero el buen hombre se acordó de su nena más de lo que le gusta admitir. Y me trajo muchas cositas. Este pedazo de Kimono de color rojo fue una de ellas.

También trajo ese muñeco tan feucho que ven, que resulta que hay que pintarle un ojo de negro cuando empiezas algo y cuando termines tienes que pintarle el otro. El bote que hay a su lado es el sake. Había pensado en pintarle un ojo cuando empiece a tomar Sake y pintar el otro cuando lo termine XD.

Y aquí esta el cd de Chihiro Onitsuka "The Ultimate Collection" sobre mis mangas de Death Note, que, por el momento, son los únicos mangas que tengo en versión no-pirata y los que me han hecho ir cada mes a Barcelona a comprarlos con puntualidad inglesa. Pero el fin de semana que viene es el friki salón y este año iré, así que creo que mi colección de manga se ampliará. Que tengo mono de Angel Sanctuary por culpa de Maya, de Evan, de Alex, de Ruri e incluso de Sevoftarter....Como pueden ver, hay más cosas, el dvd de la película Advent Children no me lo trajeron de Japón, esto me lo compré yo en el Fnac de Diagonal de Barcelona. Los palillos sí, son de Japón... y, como pueden ver, son rojos. Si es que mi padre me conoce como si me hubiera parido, y esa fue mi madre XD.
Tengo ganas de que llegue el fin de que viene para poder tener por fin un L en mis manos, porque, por las bragas de Cristo que yo no me quedo sin mi L. Aunque, a malas, (que coño a malas... a buenísimas) puede que incluso pueda tener mi propio L personal e intransferible.

Y para añadir un poco más de frikismo a esta entrada, la música hoy viene de la mano de nuestro amado Miyavi.

*Sandra y Maya se postran a sus pies mirándole con devoción*

¡Adoramos a Miyavi!

*Maya mira a Sandra y le dice*

-¿Como puede ser un tío si es más guapa que yo?

*Sandra observa a Miyavi*

-¡Joder! Tienes razón, es más guapa que nosotras.

*Se abrazan la una a la otra y lloran desconsoladamente mientras Miyavi se pira diciendo algo que suena a "¡Niñatas!"

Está sonando Onpu no Tegami de Miyavi.

lunes, 22 de octubre de 2007

El Cuentacuentos "Déjame que te cuente un cuento"

Déjame que te cuente un cuento, pero no un cuento cualquiera, no. Eso sería demasiado sencillo. Escucha atento, este cuento está escrito con palabras de cristal. Si apretas demasiado pueden explotar en tus manos, si no las sujetas lo suficiente, verás como se escurren entre tus dedos dejando que los sueños de los que esta hecho ese cristal se desvanezcan al chocar contra él. Y ya lo sabes, el cristal de los sueños es muy difícil de encontrar, fácil de perder e imposible de olvidar. Sujétalo con fuerza y con cariño, que nuestro cuento está a punto de empezar…

Hace mucho, mucho tiempo, en un mundo oscuro, sombrío, sin luces, ni colores, formado por tinieblas y dolor, nació una niña. Sólo hizo falta verla una vez para saber que sería diferente a todos los demás niños. Sus ojos tenían un extraño tono dorado, su pelo era rojo y su piel tan blanca y frágil que parecía a punto de resquebrajarse bajo cualquier tacto. La llamaron Sherezade y justo después de ponerle el nombre, su madre murió de un extraño mal. Cuando su padre la vio, comprendió que su pequeña había heredado el mismo mal que su madre. Su piel pálida hacía creer que si salía al oscuro mundo real, no lo podría soportar. Así que decidió mantenerla segura y a salvo en una jaula de cristal.

Sherezade creció allí dentro, sin saber de la crueldad real que había en el frío mundo que hostil se movía fuera de su pequeña jaula. Su padre le cantaba melodías que a ella le sonaban a mares turquesa, cielos rosados y campos de rojas flores. Dentro de su mundo, ella pintaba sueños de colores, ajena a la triste realidad, soñando vidas increíbles, segura de que, algún día, todo aquello que inmortalizaba con sus pequeños deditos en los blancos lienzos que su padre le traía, sería algo más que dibujos para ella.

Cuando cumplió 10 años lo preguntó por primera vez, quería salir al mundo real y ver lo que su mente soñaba. Su padre se negó, le habló de su rara enfermedad, esa que la hacía ser más pálida que los lienzos en los cuales pintaba. Ella no dijo nada, solo bajó la cabeza y continuó pintando. Esperó un tiempo y volvió a preguntar, obtuvo la misma respuesta y así Sherezade crecía preguntando y recibiendo negativas. Su padre empezó a colmarla de regalos, para intentar acallar sus ganas de ser libre, pero nada parecía contentar a Sherezade que cada día pintaba con un color menos. Su familia, preocupada, buscó por todos los rincones del mundo colores que no conocieran, para traérselos a Sherezade y conseguir que volviera a llenar su vida de alegría y color. Sherezade fue la persona en el mundo que más colores tuvo en sus manos, dicen que pintó con colores que ya no existen, que pintó con el color del cuerno de los unicornios, con el del polvo de las hadas. Pero eso no importaba, cada vez que recibía una negativa a su pregunta, eliminaba un color de su vida. Sus preguntas cada vez eran más continuas y su padre no acertaba a encontrar colores nuevos más rápido de lo que la niña los descartaba para siempre.

Una mañana fría de Enero, Sherezade se vio con solo tres colores en su vida. Rojo, negro y gris. Miró triste a su padre y le preguntó de nuevo.

-Papá, ¿puedo salir a ver el mundo real?

Su padre se encogió en su butaca, mirando a su niña palidecer mientras alejaba el tono gris de su lienzo tricolor. Dudó un segundo, con los ojos tristes apuntó estuvo de ceder, pero no podía hacerlo, no podía dejar que su pequeña saliera a ese frío mundo de dolor. Ella no sabía como era aquello, no lo podría soportar. Ocurriría como a su madre y no quería perderla del todo, su pequeña era el vivo retrato de ella, tenerla allí era como no haber perdido del todo a su esposa. Así que con todo el pesar de su corazón, de nuevo negó.

Sherezade alejó del todo el gris mientras destruía el lienzo que acababa de pintar. Sacó otro en blanco y lleno todo de rojo y negro. Oscuridad y sangre. Pintó un lienzo de dolores desgarradores y dejo que sus lágrimas se escurrieran sobre los colores convirtiéndolos en ríos de tinta que parecían querer llenarlo todo. Levantó la vista de nuevo a su padre, suplicándole esa vez, sin formular la pregunta, pero ya no hacía falta hacerlo. Su padre sintió flaquear su corazón, pero no debía ceder. Ya no tenía sentido hacerlo, si ella dejaba de pintar podría buscarle otros sueños. Podría comprarle un piano, una guitarra, un violín, hacer que la música llenara su vida de melodía en lugar de hacerlo con colores. Así que la miró de nuevo y negó.

Sherezade alejó el negro y volvió a destruir el lienzo. Empezando a pintar en uno nuevo tan solo con el rojo. Sus lágrimas eran cada vez más abundantes. Se puso de pie, mirando a su padre a los ojos a través del frío cristal de su jaula y suplicó. Su padre negó. Sherezade alejó el lienzo y el único color que quedaba en su vida, se dejó caer en el suelo y lloró. Lloró como nunca antes había llorado nadie. Sherezade lloró ríos, mares, tormentas. Lloró tanto que en unos minutos sus propias lágrimas le cubrían la cintura.

Su padre se asustó, si continuaba llorando así la jaula que creó para mantenerla a salvo, sería su perdición. Intentó consolarla, decirle que no llorara, pero nada parecía poder detener ese llanto que amenazaba con ahogarla en su dolor. Corrió en busca de las llaves de la jaula de su pequeña, el mar de dolor que salía de ella llegaba ya hasta su cuello y Sherezade continuaba llorando. Encontró la llave e intentó abrir la puerta para liberar a su pequeña de su mortal encierro de cristal, pero la puerta no se abría. Demasiados años luchando porque no se abriera la habían sellado de forma permanente. La pequeña Sherezade se ahogaba en sus propias lágrimas ante la mirada atónita de su padre que no podía hacer nada. Corrió hacía la butaca y la estrelló contra el frío cristal, pero no sirvió de nada, ni un solo rasguño consiguió infligir. Había construido aquella jaula para eso, para que nada pudiera destruirla, para que su pequeña viviera siempre feliz en un mundo mejor que lo que él había visto fuera. Y ahora él mismo había condenado a muerte a su más preciado tesoro, al sueño de su vida. Estaba viendo ahogarse lo que más amaba y todo por su culpa, por querer guardarlo tanto. Aporreó el cristal con las manos, hasta sangrar, mientras su pequeña se ahogaba sin dejar de llorar un mar de sueños rotos. Los colores con los que había pintado alguna vez se mezclaban con sus lágrimas creando un mar que parecía sacado de alguno de sus primeros dibujos. Su padre se aferró al cristal, mientras sus manos ensangrentadas golpeaban suplicando porque su pequeña no se ahogará, pero de nada sirvió. La vio morir entre colores y lágrimas en su jaula de cristal y se odió a si mismo por haber sido tan cobarde de no dejar que sus sueños vivieran de verdad.

Este cuento no es para los que guardan sus sueños bajo llave, es para los que los dejan volar libres para ver si se pueden realizar, es para los que tienen el valor de luchar por ellos, por los que golpean las jaulas que la vida nos impone. Hay muchos tipos de jaulas, algunas son tan bonitas que ni parecen una jaula, llenas de cosas que creemos necesitar. Algunas son simplemente nuestra piel, nuestra mente, nuestra cobardía, nuestros prejuicios. Hay jaulas que son la familia, o son nuestros amigos, hay jaulas que somos nosotros mismos y nuestro miedo al que dirán. Este cuento no es para ti si estás entre esa gente…

Este cuento es para los que se caen mil veces y mil una se levantan, con una sonrisa en el rostro y más ganas de batallar. Para los que se atreven a llorar sabiendo que después del llanto lucharán de nuevo aunque les duela cada día más. Es para los que ríen cuando deberían llorar y lloran cuando deberían reír. Para los que no tienen miedo de decir que no cuando están cansados de aguantar. Para los que nunca olvidan sonreír por muy gris que esté la vida. Para los que a pesar del miedo al fracaso buscan su meta en el incierto futuro que les espera. Este cuento es para la gente con valor pero con miedo, con orgullo pero humilde, con fuerza para aguantar los más duros golpes pero suavidad para regalar las más tiernas caricias.


Este cuento es para ti, que sabes quien eres, que has llorado cada lágrima de Sherezade y has luchado por abrir su jaula de cristal.

Ahora hazle un favor a ella y libérala.

sábado, 20 de octubre de 2007

Cayendo

A veces el mundo te suelta de pronto, sin darte tiempo a buscar donde aferrarte para no caer al más profundo y oscuro abismo. Y caes, como si de plomo se tratase, como si tu cuerpo pesara un millar de toneladas y no hubiera nada capaz de detener esa caída. Solo el frío, duro y oscuro suelo que te aguarda al final. Porque sabes que está ahí.

Lo malo no es caer, sino llegar al final, a lo más profundo de nuestro propio infierno, eso es lo que duele.

Duele cuando notas como todos tus sueños, tus ilusiones y tus esperanzas se rompen al chocar contra él como si de huesos se tratase. Eso es lo duro, eso es lo difícil. Quedarse solo, allí abajo, sin nada más que tu dolor y lo triste de tu verdad. Es duro saber que una sola palabra, una sola acción, una sola persona puedan hacer tal cosa. Desmontar tu mundo y ponerlo todo del revés. Volver lo blanco de color negro, lo caliente en frío, el cielo en el más oscuro de los infiernos. Es duro cuando nos damos cuenta de que necesitamos mucho más que a nosotros mismos para poder ser eso, para poder ser nosotros. Construimos un mundo a nuestro alrededor, y lo vamos decorando como si fuera nuestra pequeña casita, llenándolo de quienes nos importan de verdad y es difícil admitirlo, pero de quienes necesitamos tanto que parece que nuestro mundo se oscurece sin su presencia.

Caer es terrible, duele mientras caes, duele cuando llegas al fondo, duele cuando ves que es difícil volver a ponerse de pie y duele cuando levantas la vista y contemplas el largo camino que has de retomar hasta llegar de nuevo arriba. Ahora ese arriba es tan lejano que no llegas a verlo ni como un pequeño haz de luz. Además, ¿acaso importa lo que hay arriba? Ya no es como era antes, algo ha cambiado y el miedo a no saber que es lo que te espera cuando llegues, es más fuerte que tú. Así que te encoges, sobre ti mismo, convirtiéndote en un ovillo que intenta darse calor con su propio cuerpo ya que el sol está tan lejos, que es imposible sentirlo.

Y te miras a ti mismo, encogido, ahogándote, suplicando por dar marcha atrás y volver a estar como antes, o que el tiempo vuele y dejes de sentir ese terrible vacío dentro de ti. Porque ahora estás solo y esa es tu verdad, la gran verdad. Has caído y nadie a podido detenerte, nadie a podido aferrarte con la suficiente fuerza a ese mundo en el que vivías. Así que debe ser porque estás solo, ¿verdad?

Con los ojos aún húmedos a causa del llanto, levantas la mirada, el abismo se cierne ante ti, amplio, poderoso, vacío, frío, oscuro. Aquí no llega nada, no hay calor humano, no hay palabras de consuelo, no hay nada más que dolor. Pero, ¿es así de verdad o solo lo parece?

Allí, a lo lejos, una voz susurra tu nombre, te llama, te reclama, te dice te levantes, que no estás solo, que no pudo sostener al principio del abismo, pero que a bajado hasta los infiernos a traerte de vuelta, sin miedo a que el abismo sea muy profundo porque, hoy que tú estás mal, él tirará de los dos. Es una mano amiga que te sostiene ahora que no puedes caminar solo. Dicen que la verdadera amistad se demuestra en esos momentos, ser amigos cuando todo esta bien es fácil, lo complicado es ser amigo cuando alguien sufre de verdad y necesita algo más que esas tardes de charla animada. Ahora que estás en tu abismo, hundido, ahogándote, ahora que estás peor que nunca, ahora, tampoco estás solo. Has visto pasar los días, despacio, y les has visto quietos, esperándote a ti. Llamando cada día, regalándote consuelo y amor. Esperando que tu risa vuelva a llenar sus días de ti, porque ahora que tú no sientes calor, para ellos también hace un poco más de frío. Ellos también te necesitan en su mundo, en ese rincón para los amigos de verdad, porque para ellos eres alguien importante y eso es lo que tienes que recordar, por eso tienes que luchar. Porque en cada caída ves a quien le importas de verdad y hay que seguir en pie por ellos, por ti y por no darle a la vida el gustazo de verte sufrir.

Está sonando Opus 18 de Denis o'Halloran.